La felicidad de sus caras no os lo puedo explicar, pero ver cómo se asoman al huerto, como cada vez que pasan al aula matinal echan un "ojillo" a aquello que crece allí, ese es el valor que nos da la fuerza para que este proyecto continúe.
Aquí os dejo un ejemplo: comienzan unos tomatillos, un pimiento, alguna habichuela, guisantes, rábanos, calabacines... y nuestro fruto estrella: una sandía.
"SU ILUSIÓN, NUESTRA FUERZA INTERIOR"
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